Nuestro procedimiento contra el Covid-19

Evaluación del paciente

El odontólogo debe ser capaz de identificar un caso sospechoso de contagio por COVID19. En general, aquellos pacientes que, en estos momentos, cursen fiebre no deben acudir a la consulta. Por ello es importante realizar algunas preguntas, incluso en la pequeña anamnesis telefónica que se realizan, para poder recabar información fundamental que nos haga sospechar.

Las guías, antes mencionadas, desaconsejan realizar tratamientos sobre pacientes sospechosos de ser portadores del COVID19, posponiendo cualquier tratamiento que no se considere urgencia, al menos durante el tiempo estipulado como cuarentena, durante el cual el paciente desarrollará la enfermedad o no. Y derivando al paciente al hospital para la monitorización de su sintomatología y enfermedad.

¿Que debemos preguntar a nuestros pacientes?

Todas estas guías sobre el protocolo de actuación hacen especial hincapié en saber detectar vía telefónica la información necesaria para incluir al paciente en un protocolo u otro. Para ello aconsejan hacer una serie de preguntas, como son:

  • ¿Tiene o ha tenido fiebre en los últimos 14 días?
  • ¿Ha tenido problemas respiratorios (incluida tos) durante los últimos 14 días?
  • ¿Ha viajado a países de riesgo los últimos 14 días? (aunque en este punto tendremos que tener en cuenta que, según los datos epidemiológicos que se barajan a día de hoy, España es considerado uno de los países de riesgo, con un crecimiento de contagios similar a los puntos más conflictivos como Italia).
  • ¿Ha estado en contacto con personas que hayan tenido cuadros de fiebre, tos, y/o dificultad respiratoria los últimos 14 días?

Si la respuesta a cualquiera de las preguntas es Sí, y no presenta fiebre o presenta temperatura corporal por debajo de 37,3º pospondremos el tratamiento si no es considerado urgencia.
Si la respuesta es Sí a cualquiera de las preguntas, y presenta temperatura por encima de 37,3º, avisar al paciente de posible contagio.
Si la respuesta es No a cualquiera de las preguntas, pero presenta fiebre por encima de los 37,3º, demorar el tratamiento salvo urgencia.
Si la respuesta es No y no presenta fiebre, posponer si no es urgente o tratar con las medidas adecuadas. Aunque a día de hoy, el Consejo General de Dentistas de España recomienda posponer el tratamiento si no se considera urgencia.
En este punto es importante recordar que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), urgencia se puede definir como la aparición fortuita en cualquier lugar o actividad de un problema de causa diversa y gravedad variable que genera la conciencia de una necesidad inminente de atención por parte del sujeto que lo sufre o de su familia.
Urgencia odontológica es la aparición súbita de una condición patológica bucomaxilofacial, que provoca una demanda espontánea de atención, cuyo tratamiento debe ser inmediato, impostergable, oportuno y eficiente, como dolor, abscesos y traumatismos que son las principales patologías que pueden causar con limitación de la actividad normal del paciente o que puedan suponer un riesgo para el estado general de salud del mismo.

Higiene y lavado de manos.

La transmisión por contacto, y la transmisión oro-fecal han sido descritas como vías frecuentes de transmisión del virus. Por eso, y aunque como personal sanitario, debemos realizarlo de manera frecuente y abundante, durante nuestra práctica diaria, desde estas guías nos animan a hacerlo entre pacientes siendo un lavado exhaustivo y quirúrgico para reducir en lo posible esta vía de contagio (5).

Medidas de protección personal en la clínica dental.

De los tres niveles que se describen en cuanto a medidas de barrera, las guías nos aconsejan el nivel 3 para poder prevenir el contagio. Este nivel 3 consiste en gafas de protección ajustadas a la cara con goma, estancas, pantalla facial, utilizar gorro quirúrgico desechable, mascarilla ffp2/ffp3, batas impermeables desechables y guantes de nitrilo. En cualquier caso, sería para el tratamiento de urgencias reales como se aconseja, tratando a cualquier paciente como posible transmisor del virus.